La bondad de consumir vegetales, a nivel de salud, es indiscutible. Cualquier médico, nutricionista, dietista, siga la corriente o tendencia que siga, recomienda una dieta rica en vegetales. Los beneficios que aportan los vegetales para la salud no se cuestionan.
La OMS recomienda para los adultos lo siguiente (y copio literalmente):
“Para tener una alimentación sana es preciso:
- comer frutas, verduras, legumbres (por ejemplo, lentejas, judías), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no procesados);
- al menos 400 g (5 porciones) de frutas y hortalizas al día. Las patatas (papas), batatas (camote, boniato), la mandioca (yuca) y otros tubérculos feculentos no se consideran como frutas ni hortalizas.
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Pero lo cierto es que las dietas “veg” son muy criticadas por ser monótonas y aburridas, crítica que no comparto en absoluto puesto que poniendo sólo un poco de imaginación y de esa creatividad que todos llevamos dentro, podemos crear ricos, sabrosos y variados platos basados en vegetales, hojas verdes, hortalizas y frutas.
Disponemos hoy día de una infinidad de verduras, y nuestra alimentación será mejor cuanto más variadas las consumamos. No olvidemos que en cuantos a sus propiedades unas se complementan con otras. No nos limitemos a consumir las verduras de toda la vida (judías verdes, acelgas y espinacas).
Te propongo un juego:
¿Recuerdas el concurso televisivo del Un, Dos, Tres, con su calabaza Ruperta como mascota? Para los que ya tenemos una edad, ese concurso es inolvidable, ¿verdad? Pues si Chicho Ibáñez Serrador o Mayra Gómez Kemp hubieran preguntado a sus concursantes, por ejemplo, “Nombres de verduras y hortalizas, Un Dos Tres responda otra vez!, las respuestas hubieran resultado interminables.
Fíjate en la larga lista que me viene a la cabeza, sin pensar demasiado:
Judías verdes, acelgas, espinacas, ajos, ajetes tiernos, pimientos (verdes, amarillos, naranjas, rojos), tomates, alcachofas, calabaza, calabacín, berenjenas, puerros, cebollas, apio, guisantes, rábanos, espárragos verdes, nabos, pepinos, habas, brócoli, berros, lechuga de todos tipos (cogollos, romana, trocadero, hoja de roble, Batavia, escarola), alfalfa, canónigos, rúcula, col repollo de hoja blanca, col china, col de Bruselas, col lombarda, remolacha, zanahoria, cardos, borraja, diente de león, endibias, setas en todas sus modalidades (champiñones, shiitake, portobello, trompetas de la muerte, ceps, camagrocs, níscalos…), guindillas, piquillos, bimi, pak choi, coliflor y algas o verduras del mar.
Y eso sin contar a las frutas. Probemos con ellas. “Nombres de frutas: Un, Dos, Tres, responda otra vez!”:
Manzana, pera, plátano, melón, sandía, arándanos, aguacate, fresas, kiwi, naranja, coco, ciruela, pomelo, uva, tamarindo, piña, melocotón, maracuyá, nectarina, mango, limón, higo, dátil, caqui, cereza, chirimoya, albaricoque, aceituna, frambuesa, noni, níspero, papaya, grosella, membrillo, granada, mandarina, guanabana, lima y litchi.
“Frutos secos, Un, Dos, Tres, responda otra vez!”:
Almendras, piñones, pistachos, higos secos, almendras, orejones, nuez en todas sus variedades (de Brasil, de California, común, pecana, macadamia), anacardos, avellanas, castaña, uvas pasas, semillas de calabaza, semillas de cáñamo, semillas de girasol, semillas de lino, semillas de sésamo, cacahuetes y dátiles secos.
Más de 100 variedades distintas que combinadas entre sí aportan un sabor, un color y un olor fantásticos a nuestros platos. Y seguro que por olvido o por desconocimiento habré omitido un sinfín de productos. Te propongo que me vayas aportando nuevos nombres a estas listas, y juntos las iremos completando. Venga, anímate!
Y, ya sabes, Un, Dos, Tres, responda otra vez!!!