Sobre mi

com comLa comida estaba tan rica y me sentaba tan bien… pero tan bien…!! Me fui “enganchando”.

Seguí leyendo e informándome sobre la comida sana. Coincidía con ser comida vegetariana y en gran medida, crudivegana. Y quedé fascinada no tanto por lo que leía, sino por lo que experimentaba cuando lo ponía en práctica y por poder comprobar en mi propia persona y en muy poco tiempo que son ciertos los beneficios que aporta este tipo de alimentación.

Y mi vida hizo un click!

Cambié mi alimentación, y en dos meses había perdido 8 kilos!!! No era obesa ni tenía sobrepeso, pero lo cierto es que antes del cambio, y desde hacía años, me sentía hinchada, con somnolencia, con una especie de cansancio crónico, digestiones pesadas y eternas y ocasionalmente ardores de estómago. Cuando tenía 30 años me extirparon la vesícula biliar y yo achacaba mis problemas digestivos a esa causa.

Lo que más me impresionó fue que durante esos dos meses no pasé hambre, podía comer quedaba saciada durante horas después de cada comida, mejoraron mis digestiones. Se deshinchó mi estómago y disminuyeron los gases. Me sentí tan a gusto con este tipo de alimentación que ya no he vuelto a la anterior.

Seguí estudiando temas de nutrición, dietética y naturopatía, y aunque no tengo ninguna titulación oficial ni de dietista, ni de nutricionista, he adquirido muchos conocimientos de estas disciplinas. No me dedico profesionalmente a nada relacionado con la nutrición pero es mi gran pasión, por eso la estudio y practico en casa de la forma que yo entiendo más saludable.

Soy una fiel y ardiente seguidora de mi gran musa en alimentación saludable, que es Ana Moreno, con quien además guardo una bonita relación de amistad.

Mi evolución

Desde Junio del 2019 estoy, además, siguiendo una alimentación baja en carbohidratos o alimentación low carb. Ello ha representado otro avance importante en mi forma de alimentarme y en la calidad de mis digestiones. Suelo tener digestiones pesadas e inflamación abdominal y bajar el contenido de carbohidratos en mi alimentación ha hecho que los síntomas de malestar, que ya mejoraron notablemente cuando empecé a comer saludable en 2016, hayan desparecido del todo.

Es una comida sana, y saludable, basada en comida vegetal, con predominancia de alimentos vivos (o crudos), aunque no exclusivamente. Es una alimentación que me llena de energía, me vigoriza y me desintoxica por dentro, y eso se refleja también por fuera, tanto física como psíquicamente. Físicamente ha mejorado mi aspecto, mi cuerpo, el aspecto de mi piel, el pelo, el olor corporal. Se han terminado mis digestiones pesadas, la sensación de estar muy llena al comer y la somnolencia post comidas. Psíquicamente, estoy más alegre, más serena, más relajada, más creativa, y me siento más fuerte para afrontar retos.

No es un régimen dietético que debo o quiero hacer durante un tiempo. Es un estilo de alimentación que seguiré siempre por los beneficios que obtengo y que me aporta. Lo he implementado en casa de forma integral: en mi despensa, en mi frigorífico, en mis utensilios de cocina, en mi lista de la compra, en los menús diarios que diariamente elaboro en casa.

Es una alimentación basada en productos vegetales, pero soy flexible, de ahí el término flexivegetarianismo, en el sentido de que me permito excepciones y porque combino la alimentación cruda con la no cruda e incluso con algún alimento de origen no vegetal. Y cuando estoy con amigos, en actos sociales, en algún evento me permito, sin problema, hacer excepciones.

Mi formación

Si navegas por Cruditeka podrás conocerme mucho mejor. Podrás conocer los pilares básicos en los que baso mi alimentación y conocer en profundidad en qué consisten. Mi finalidad es sólo posibilitar que, al igual que me sucedió a mí, puedas experimentar los beneficios de alimentarte saludablemente.

Besitos!