Como preámbulo quiero aclarar que el reglamento europeo que regula los alimentos ecológicos (Reglamento CE 834/2007 sobre Producción y etiquetado de Productos Ecológicos) considera sinónimos los términos “ecológico”, “biológico” y “orgánico”.
La alimentación basada en productos ecológicos constituye una alternativa a la alimentación convencional y son muchas las personas que optan por consumir cada vez más productos ecológicos. ¿Por qué?
Porque en la agricultura convencional (que es la agricultura industrial y transgénica) se provoca una desnaturalización progresiva que hace peligrar la salud de los consumidores, al tiempo que los residuos tóxicos y la erosión física y biológica perjudican y empobrecen a los ecosistemas.
La investigación agrícola se ha centrado mucho en el estudio del aumento de producción y la reducción de costes en el procesado de los alimentos, por eso no sólo están dejando de cumplir su finalidad de nutrir (y por tanto, de generar salud), sino que además, desde cada vez más amplios sectores científicos, se ha empezado a denunciar los alimentos como causantes de las modernas enfermedades degenerativas (obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc.).
La agricultura ecológica es la alternativa a la agricultura convencional.
Sus ventajas son:
- Respeta los ritmos de la naturaleza, no utiliza agroquímicos, aditivos o semillas transgénicas, y por eso produce alimentos saludables, ricos en nutrientes, sabrosos y que se conservan mejor.
- Protege la salud tanto de los consumidores (evitan la ingestión de tóxicos que provocan daños en nuestros organismos) como de los agricultores (que no tienen que manipular ni exponerse a la liberación de los tóxicos asociados a las sustancias químicas que se utilizan en la agricultura convencional o industrial).
- Contribuye a mantener limpio el patrimonio genético, ya que impulsa las variedades y razas autóctonas.
- El suelo se transforma en un medio adecuado para albergar vida y alimentar a los organismos que habitan en él, responsables de dar a la planta los elementos que necesitan para su correcta alimentación ( al contrario que la fertilización química, que mata la vida microbiana del suelo, agotándolo, y contamina los ecosistemas – suelos y acuíferos-).
- En 2008 la Unión Europea financió un estudio, impulsado por un consorcio de 15 países, que fue elaborado por QLF (Quality Low Input Food) . Durante 4 años, realizaron un exámen de todos los productos ecológicos de la cadena alimentaria, desde las frutas y hortalizas, al pescado, carne, cereales y derivados lácteos. La conclusión fue clara: “Los alimentos orgánicos contienen mayores niveles de antioxidantes, vitaminas y minerales que los producidos por la agricultura convencional”
¿A qué se deben los precios más altos de los productos ecológicos?
La diferencia de precios entre la agricultura ecológica y la convencional se debe a que esta última no incorpora los costes ocultos de su actividad, es decir, no paga los costes ecológicos y los daños que provoca con sus sistema productivo (contaminación del aire, del suelo, del agua, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad, plagas resistentes, etc…)
Si tu economía te lo permite, usa siempre que puedas alimentos ecológicos, tu salud y el medioambiente te lo agradecerán.
Pero no te obsesiones por no poder comprar alimentos ecológicos, ya vendrán tiempos mejores. Tanto para tu salud como para el medioambiente, siempre será muchísimo mejor que te alimentes de hojas verdes, hortalizas, verduras y frutas (aunque no sean ecológicas) que de fritos, rebozados, azúcares refinados y grasas animales.
Hasta pronto!