Cada cosa por su nombre

El vegetarianismo es un tipo de alimentación basado principalmente (aunque puede ser que no exclusivamente), en la ingesta de alimentos vegetales: plantas, verduras, frutas, legumbres, granos, cereales, semillas, frutos secos, setas y algas.

Esta alimentación puede seguirse bien por motivos ideológicos, pues son muchos los vegetarianos que están en contra de las grandes industrias alimentarias donde los animales son maltratados para poder abastecernos a nosotros de comida, o bien por motivos de salud, pues es un modo de alimentarse muy beneficioso para nuestro cuerpo al incorporar una gran ingesta de ingredientes nutritivos (como son las frutas y las verduras).

Y aunque comen mucha proporción de vegetales, algunos vegetarianos optan por el consumo de algunos alimentos de origen animal, si bien ninguno de ellos se alimenta de carne roja.

Hay muchos tipos de clasificaciones y mucha confusión de terminología “veg”. En función del tipo de alimentos de origen no vegetal que coman las personas, los vegetarianos pueden ser de distintos tipos:

  • Semi-vegetariano: dieta consistente en alimentos vegetales, productos lácteos, huevos, pescado y/o pollo. Es decir, que se elimina sólo la carne roja de la dieta.
  • Lacto-ovo-vegetariano: dieta consistente en alimentos vegetales, además de productos lácteos y huevos.
  • Lacto-vegetariano: dieta consistente en alimentos vegetales, además de algunos o todos los productos lácteos (leche, yogures, mantequilla…).
  • Vegetariano estricto: alimentación sólo a base de vegetales, sin ningún alimento de origen animal, por tanto no comen ni carne (sea del tipo que sea), ni pescado, ni lácteos ni huevos.
  • Crudivegetariano: se basa en una alimentación sólo a base de vegetales crudos, o deshidratados o cocinados siempre a una temperatura por debajo de los 42 grados, para evitar que el calor destruya los nutrientes.
  • Fructívoro o frugívoro: Puesto que los vegetales son seres vivos, hay una tendencia vegetariana mucho más estricta que considera que comer vegetales destruye vida y por tanto las personas fructívoras basan su alimentación en el consumo de frutas, eliminando las verduras hoja verde de su dieta por considerar que con su alimentación destruyen vida de seres vivos.

¿Y el veganismo? ¿Dónde colocamos esta pieza del puzzle?

El veganismo es un sistema o estilo de vida. No sólo se trata de una dieta u opción alimentaria de origen exclusivamente vegetal (en este sentido alimentario un vegano come igual que un vegetariano estricto) sinó que es también una filosofía de vida que se basa en el respeto hacia los animales, considerándolos como individuos con intereses que merecen ser respetados. Es una opción o estilo de vida respetuoso tanto con los animales como con la naturaleza. Y este respeto no sólo se plasma en la alimentación, sino que también se extrapola a otros ámbitos de la vida, de modo que los veganos tienden, por ejemplo, a evitar vestirse o calzarse con vestimentas de origen animal y a no usar cosméticos cuyos ingredientes tengan procedencia animal.

Existen muchas razones para convertirse en vegetariano o vegano. Una de las más habituales son los beneficios que estas dietas reportan para la salud pues tienden a ser bajas en grasas saturadas. De hecho, nos protegen contra numerosas enfermedades, como los problemas cardiacos, el cáncer y los trastornos metabólicos.

¿Qué soy yo?

He creído necesario aclarar estas cuestiones de terminología con este post para que llamemos a cada cosa por su nombre, pero no soy partidaria de tener que seguir íntegramente ninguna opción de alimentación preestablecida o “de Manual”. En el apartado del Blog “Mi alimentación” ya explico que no sigo 100% ninguna de estas dietas. De lunes a viernes, mi dieta es aproximadamente un 75% crudivegetariana. Excepcionalmente, sobre todo los fines de semana o cuando tengo algún evento social me convierto en omnívora, pero a la vez, intentando respetar la dieta que sigo entre semana, porque realmente he podido comprobar que es la que me sienta mejor. Lo que sí he suprimido casi de forma radical son los embutidos, quesos, azúcares, bollerías, fritos, rebozados y alimentos procesados o precocinados.

Comer saludable y sano es mi opción y mi elección, y estoy encantada con ello. La alimentación se ha convertido para mí en una oportunidad para experimentar, para sentir, para cuidar de los míos y para cuidarme a mí.

Te animo a que te familiarices, aunque sólo sea en algún aspecto, con las dietas “veg”.

Una semanita sólo. Si después de esos siete días sientes algo especial, sigue con ello, otra semanita más. Y así, poquito a poco, y sin dejar todo de golpe, y sin autoimponerte nada que te resulte demasiado sacrificio quitar de tu dieta, quizás te vayas animando a hacer un pasito más. Y luego otro, y después otro más…. Pasito a pasito, si tú quieres, en Cruditeka recorreremos un camino juntos.

Gracias por leerme!