El pasado 25 de Mayo de 2017 tuvo lugar en el Palau Multisectorial de la Fira de la Ascensión de Granollers, un evento al que tuve la suerte de poder asistir, la presentación del libro “Onco-menús para pequeños campeones”.
Después de tres años de intenso trabajo este libro es una valiosa compilación de recetas dirigidas a los padres de los niños que reciben quimioterapia en tratamiento del cáncer que padecen. Los libros se repartirán gratuitamente a los hospitales de Catalunya que hacen tratamientos oncológicos para niños y posteriormente se distribuirá al resto del Estado. Se está preparando una versión digital y gratuita del libro a través de una página Web.
Es un trabajo desinteresado y conjunto de muchos profesionales y voluntarios, entre los cuales, además de numerosas empresas y particulares colaboradores, destacan el Equipo de Oncología Infantil del Hospital Vall d’Hebrón con el Dr. Sánchez de Toledo al frente, el Gremi de Hostelería del Vallés Oriental con un gran equipo de chefs y restauradores, el Club Rotary Granollers de Barcelona y el prestigioso chef Joan Roca del restaurante El Celler de Can Roca. Todos ellos acudieron a la presentación.
De izquierda a derecha, el Dr. Sánchez de Toledo (Jefe de Oncología Infantil del Hospital Vall d’Hebron, el Presidente del Rotary Club Granollers de Barcelona, el Presidente del Gremi d’Hosteleria del Vallès Oriental y el chef Joan Roca (El Celler de Can Roca).
El Dr. Sánchez de Toledo destacó que era un libro de recetas especialmente pensadas para que la comida sentara bien a estos niños enfermos, puesto que la quimioterapia les provoca toda una serie de efectos que les dificulta y a veces imposibilita poder comer y en su estado deben asimilar nutrientes para no debilitarse más. “La quimioterapia cambia el sentido del gusto y todos los alimentos les suelen saber a metálico”, explicó el doctor. Y es que la alteración del gusto-olfato, junto con la bajada de defensas, aumento de peso, retención de líquidos, hipertensión, diarrea o estreñimiento, dificultad para la deglución, aftas, pérdida de hambre y de peso,.. son algunos de los efectos más típicos de la quimioterapia. En cada una de las recetas (casi 200 en total) se indica para cuáles de estos efectos concretos está indicada, puesto que pueden sufrirse uno o varios simultáneamente.
A mi lado estaba la Dra. Marta Comas, del equipo de la Dra. Burgos, de la Unidad de Soporte Nutricional del Hospital Vall d’Hebron, quien se había encargado personalmente de supervisar las recetas del libro y de adaptar algún ingrediente.
Puesto que me extrañaba no encontrar ningún alimento crudo (y sabéis que soy una apasionada de los vegetales y hortalizas crudas ) le pregunté si había algún motivo por el que en el libro no hubiera ningún alimento crudo, dado que según tenía yo entendido desde el punto de vista nutricional eran muy buenos. Muy amablemente me contestó que ciertamente son alimentos muy nutritivos y que aportan mucha salud pero que los niños que reciben quimioterapia tienen el sistema inmunitario extremadamente debilitado, tanto por la propia enfermedad como por la alta toxicidad de la quimioterapia, por lo que conviene eliminarlos de su dieta mientras reciben tratamiento. Con la cocción se elimina cualquier bacteria patógena que pueda tener el alimento y se evita así que pueda pasar al niño ya que no tiene defensas suficientes para hacerle frente. Pasa lo mismo con la fibra de los alimentos, que a pesar de ser buenísima, en estos casos no se recomienda, sobre todo por las diarreas que casi todos padecen. Añadió también que la comida que ingieren tampoco debe estar ni muy fría ni muy caliente, tibia es lo mejor.
A mí se rompe el alma pensar que hay padres que tiene que pasar por todo esto, ver las consecuencias de esta enfermedad y padecer los efectos del tratamiento no en su propia persona sino en la de sus chiquitines, que es peor. Les admiro porque tienen que sacar las fuerzas de donde no las hay, y les animo porque el Dr. Sánchez de Toledo afirmó que hoy día es un porcentaje muy pero que muy alto el de niños enfermos de cáncer que logran superar la enfermedad. Admiro también a esos niñitos por la valentía, la resignación y la naturalidad con la que afrontan tanto la propia enfermedad como los efectos tan duros y tóxicos de su tratamiento.
Por mi parte, un agradecimiento inmenso a los que han impulsado y promovido este proyecto. Les doy mil gracias porque esto sí que es solidaridad, esto sí que es ayudar a los demás, esto sí que es altruismo. Y es que con esto nos ayudan a todos, porque a esta “lotería” jugamos todos aunque no compremos ningún boleto.
Ayudas especializadas y desinteresadas de la mano de tan prestigiosos profesionales me llegan al fondo del corazón y me emocionan, no sabéis cuánto!
Médicos, cocineros, padres, niños, personas y empresas colaboradoras con este libro, vosotros sí jugáis la verdadera Champions League!!! Enhorabuena por la iniciativa. Y a los pequeños que están enfermos de cáncer quiero decirles, que en esta Liga, ellos son sin duda los campeones!!!