Endivias de Bruselas
La endivia es una hortaliza de origen Mediterráneo y que procede de las raíces de la achicoria (hierba silvestre robusta y de hojas azules que se usa como planta medicinal que resulta ser un excelente diurético y que se usa para tonificar el hígado y órganos digestivos, para purificar la sangre)
La endivia se descubrió “por casualidad” ya que se comprobó que cuando las raíces de la achicoria no tienen suficiente luz se originan unos curiosos brotes blanquecinos de hojas con textura muy tierna y jugosas. Se aprovechó este descubrimiento para empezar en el siglo XIX con un método de cultivo que consistía en privar de luz a las hojas de la planta, evitando así que adquirieran el color verde.
El resultado es que:
- La endivia silvestre tiene sus hojas: de color verde oscuro, rizadas y un sabor muy amargo.
- La endivia cultivada o endivia de Bruselas tiene sus hojas: de color blanquecino y completamente lisas y un sabor mucho menos amargo.
Cultivo de la endivia de Bruselas
La endivia de Bruselas se reproduce por semillas y precisa de dos fases de cultivo:
- Fase 1.- Entierro de las semillas en suelo suelto fertilizado y crecimiento de la planta para poder obtener su raíz ( 1 año).
- Fase 2.- Se hace una zanja de 50 cm de profundidad y unos 20 de anchos y en ellas se introducen longitudinalmente las raíces y se cubren con tierra. Transcurridos unos 40 dias se habrán obtenido unos tiernos y blancos cogollos.
Este método de cultivo de la endivia de Bruselas se conoce como método Witloof.
Propiedades y beneficios
Son muy poco calóricas porque el 95% de la endivia es agua.
Por su gran cantidad de mucílagos protege la mucosa intestinal previniendo inflamaciones.
Previene de la formación de gases intestinales así como el acidez de estómago y contiene Provitamina A (Betacarotenos) con propiedades anticancerígenas y antioxidantes.
Tiene gran cantidad de fibra y por ende regula el tránsito intestinal y evita el estreñimiento. Ayuda a evacuar del intestino los tóxicos y metales pesados que por su acumulación podrían provocar cánceres, como por ejemplo, el de colon.
Alto contenido en potasio, magnesio, calcio, sodio y yodo.
Fluidifica la sangre y mejora la circulación, ayudando a disminuir el colesterol y a prevenir la arteriosclerosis.
Si su sabor te resulta demasiado amargante…
Separa sus hojas una a una y lávalas bajo el grifo antes de consumir.
Cómo se comen?
Pueden comerse en crudo o cocidas (hervidas, a la plancha…)
Ya sabéis que yo las recomiendo en comer en crudo.
Son ideales para acompañar cualquier salsa o paté vegetal. Aprovechad su forma de barquita y cread recetas originales, sencillas y saludables (Barquitas de “Picos de gallo”)