La solanina es un alcaloide que se encuentra presente en las plantas de la familia Solanáceas. Es una sustancia tóxica que puede causar dolor de cabeza, dolor abdominal, cortes de digestión, diarreas, cólicós náuseas, vómitos, ardor de garganta y trastornos digestivos. La solanina tiene su razón de ser en que las plantas la usan como defensa natural para protegerse de los animales que la consumen, lo que vendría a ser un fungicida o pesticida natural.
La berenjena
La berenjena es una verdura que tiene poderosas propiedades curativas, antibacterianas y antivirales. Contiene fitonutrientes que ayudan a eliminar los radicales libres del cuerpo, que son los encargados de dañar las células de nuestro organismo y causar enfermedades.
También es un excelente diurético, antioxidante, que aporta muchos minerales al organismo.
Tiene una piel de color púrpura brillante, debido al gran contenido de antocianinas que contiene, la carne de color crema con una textura ligeramente amarga y esponjosa.
La berenjena debe comerse siempre cocida, ya que contiene solanina. Mediante la cocción de esta verdura eliminamos toda la toxicidad. Pero incluso comiéndola cruda, hay que tener presente que la intoxicación por solanina es muy poco frecuente puesto que sólo se da en casos en que ha habido una ingesta muy elevada de esta substancia.
La patata
La solanina se encuentra también en la planta de la patata y, a veces, bajo la piel del tubérculo; y sirve para protegerla de los parásitos.
El alcaloide llega al tubérculo, normalmente por accidente, es decir, si alguno queda un poco desenterrado y se expone a la luz del sol, fabrica clorofila y en el mismo lugar, solanina, por eso se tiñe de verde. También se encuentra en pequeña cantidad en los llamados “ojos” de estos tubérculos.
Para evitar la solanina en las patatas, éstas tienen que almacenarse en oscuridad y en las condiciones adecuadas para evitar la contaminación biótica (bacterias, hongos y virus).
En caso de detectar alguna zona verde al pelar la patata, debemos cortar esa zona enverdecida y los ojos del tubérculo, y podemos aprovechar y comer el resto de la patata sin problema alguno y con toda tranquilidad. Se recomienda que la patata se cueza con piel, porque en estos casos, es más importante eliminar el tóxico que conservar mejor los nutrientes.
La dosis tóxica de la solanina para los humanos es de 400 mg/kg, y, por tanto, al igual que ocurre en el caso de las berenjenas, tendríamos que comer muchas patatas verdosas para intoxicarnos. En los adultos sólo se da esta intoxicación cuando existe previamente desnutrición.
Los tomates
Los tomates son una de las frutas más versátiles y populares. Tienen mucha vitamina A y C, pero quizás el nutriente más interesante del tomate es el licopeno, un carotenoide que es el encargado de dar color rojo al tomate y un antioxidante, anticancerígeno muy potente.
Los tomates son también de la familia Solanáceas y la mejor manera de evitar la toxicidad de la solanina en este caso es dejándolos madurar bien y no comerlos verdes.
Un tomate verde aún inmaduro puede contener hasta 500mg de solanina (o tomatina) por kilo de peso. A mayor maduración del fruto menos contenido del alcaloide. En los tomates maduros la cantidad de tomatina disminuye drásticamente a niveles inferiores a 5 mg por kilo de peso y esa cantidad no plantea problemas a las personas.
Entonces la duda viene de los tomates que han sido recogidos aún verdes y son guardados en cámaras, esos contienen mayor cantidad de solaninas a pesar de su color rojo. Si quieres consumirlos crudos en ensalada procura comprarlos en rama y mantenerlos fuera de la nevera como un intento de maduración casero y cómelos cuando estén realmente maduros.
Por tanto, si hay que comer tomates que no estén bien maduros, mejor comerlos guisados o cocinados en salsa y reservar los maduros para las ensaladas.