¿Qué son los disruptores endocrinos?
Son unas sustancias químicas con capacidad de producir alteraciones en los sistemas endocrinos y desequilibrios en los sistemas hormonales de los seres vivos, tanto en los humanos como en los animales, y por tanto de afectar a numerosas funciones vitales relacionadas sobre todo con el desarrollo sexual y la fase de crecimiento.
En consecuencia, pueden llegar a causar:
- trastornos en la reproducción de la mujer (como la infertilidad, la pubertad o menarquía precoces, cáncer de mama, ….) y del hombre (problemas en la calidad seminal, afecciones de próstata…)
- trastornos metabólicos tales como la diabetes o la obesidad
- enfermedades neurológicas (Parkinson, cáncer de tiroides, TDA, hiperactividad, trastornos del comportamiento…)
- trastornos cardiovasculares (hipertensión arterial, cardiopatías, insuficiencias cardíacas, palpitaciones, ….)
Todas las personas estamos expuestas al riesgo que suponen estas sustancias que nos pueden provocar todos estos problemas de salud, muchos de ellos de efectos irreversibles, y por ello, en la medida en que podamos debemos tomar las precauciones que estén a nuestro abasto para evitarlos.
Es importante destacar que muchos de estos disruptores endocrinos entran en nuestro organismo a través de la ingesta de alimentos.
Ejemplos de disruptores endocrinos
- Hormonas naturales que contienen las carnes y los pescados.
- Hormonas de tratamiento (como las que se administran por ejemplo para crear musculación)
- Bisfenol A o BPA, que lo contienen las botellas de plástico y los revestimientos interiores de las cantimploras de aluminio.
- Microestrógenos producidos por el hongo Fusarium, que es un moho que se encuentra en suelos y contamina las plantas produciendo tóxicos como son la fumonisina y la tricotecenina.
- Dioxinas (se originan por ejemplo al quemarse bosques y se acumula en la grasa de los animales cuando ésos beben agua de manantiales contaminados de dioxinas o comen hojas)
- Ftalatos (tipo de hidrocarburo que se encuentra en pinturas, pegamentos, cosmética, esmalte de uñas…)
- Metales pesados como el cadmio, arsénico o mercurio
- Plaguicidas, pesticidas y productos fitosanitarios (como el glifosato y el clorpirifós, entre muchos otros). ¿Sabías que en España se comercializaron en 2014 casi 80.000 toneladas de plaguicidas!!!?
Ecologistas en Acción publicó su informe “Directo a tus hormonas. Guía de alimentos disruptores” basado en datos de la AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, concluyendo que España es el país europeo con mayor consumo de pesticidas. El problema de los plaguicidas es un tema de estudio recurrente en la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde el año 2002.
La EFSA (Autoridad europea de Seguridad Alimentaria) junto con la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos) han elaborado la Guía para la identificación de los disruptores endocrinos en base a los criterios establecidos por diversos Reglamentos de la Unión Europea, todo ello con la finalidad de evaluar los distintos productos fitosanitarios.
Cómo evitar los disruptores endocrinos
Evitarlos por completo es prácticamente una misión imposible, pero sin duda podemos minimizar su ingesta:
- Consumiendo productos orgánicos certificados ( o lo que es lo mismo, productos ecológicos o bio)
- Reduciendo y no abusando del consumo de alimentos de origen animal, y en especial de carnes y pescados crudos, ya que algunos disruptores se destruyen con la cocción.
- Evitar los productos transgénicos, y de productos tan alterados como son el maíz y la soja.
- Lavando muy bien las verduras y frutas, y en especial de aquéllas que no sean orgánicas.
- Utilizar envases, botellas y tupers de cristal.
- No calentar alimentos en el microondas (electrodoméstico que desaconsejo por desestructurar los alimentos al someterlos a ondas de tan elevadísima temperatura), con envases de plástico, puesto que los envases de plástico aptos para microondas tienen gran componente de BPA.
Es sorprendente que el término “disruptor endocrino” sea un concepto ignorado por muchos de nosotros (yo misma hace bien poco que he sabido de él), y resulta cuanto menos paradójico que, estando tan presente, aunque sea de forma involuntaria en nuestra alimentación, en nuestro hábitos y en nuestro ambiente, no se suela conocer con esta terminología. Hemos oído y leído sobre los efectos de los pesticidas, sobre las hormonas de carnes y pescados, y también sobre los efectos nocivos de los plásticos (BPA) pero, al menos yo, desconocía que todos ellos se engloban dentro del concepto de “disruptor endocrino”.
Espero que te haya resultado útil esta información.
Besitos!