Alimentación low carb

Desde Junio del 2019 sigo una alimentación baja en carbohidratos. Basada en alimentos vegetales principalment, y siempre con una importante proporción de crudos vegetales, però minimizando el consumo de hidratos de carbono.

He suprimido casi por completo el azúcar de mi alimentación. Eso parece no ser una novedad, ya que el azúcar blanco no entraba por la puerta de mi cocina desde hacía ya 4 años. Me refiero al azúcar en su sentido más amplio, al concepto carbohidrato, de modo que de forma habitual no consumo cereales (ni los integrales), ni harinas de cereales, ni legumbres, ni frutas ni verduras muy dulces.

Cuando a tu cuerpo le cesas el azúcar, deja de pedirte azúcar. Por eso casi no uso endulzantes de ningún tipo, y esporádicamente, si para alguna de mis recetas debo incorporar uno, uso eritritol, que tiene índice glucémico cero (nulo). Es mi preferido.

No se trata de seguir una dieta hiperproteica, puesto que el exceso de proteína el hígado lo convierte en glucosa mediante un proceso denominado gluconeogènesis, y entonces el cuerpo seguirà dependiendo de los carbohidratos para obtener energía.

Y como todos los alimentos contienen algo de todos los nutrientes, los pocos hidratos que contienen los alimentos low carb que consumo son suficientes para mantenerme bien nutrida. No lo digo yo, sino mis analíticas de sangre.

Mi organismo, al no encontrar glucosa, cambia metabólicamente hablando y obtiene la energía que necesito de las grasas saludables. También de algo de proteína, por supuesto, pues la proteína es necesaria, pero casi siempre de origen vegetal, ya que la de origen animal proinflamatoria. Pero un par de veces por semana, sobre todo coincidiendo con el fin de semana, y puesto que me autodefino como flexivegetariana, como pescado, marisco y/o huevos. Las grasas me aportan saciedad, y también cremosidad a mis recetas, y al sustituirlas por los carbohidratos, evito tener picos de glucemia en sangre. Reitero, grasas saludables como por ejemplo, aguacates, frutos secos, semillas, ghee, aceite de oliva virgen extra, aceite de coco virgen extra, leche de coco, … Nada de embutidos, de pancetas o bacon, de carnes procesadas, de salsas de bote, de frankfurt, de margarinas ni de bollería. También evito en gran medida los lácteos de origen animal, los consumo muy excepcionalmente, pues tienen un contenido graso que se almacena en el cuerpo y colapsa arterias.

Mucha grasa saludable, algo de proteína, y muchísima, muchísima, muchísima verdura. Las hojas verdes, los germinados, las hortalizas, las verduras, las algas, las setas… son los protagonistas de mi alimentación.

La alimentación low carb junto con el ayuno intermitente que practico a diario, hace que mi organismo esté en un proceso contínuo de desintoxicación y de reciclaje de sus células y al no disponer de azúcar ni hepático ni muscular metaboliza las grasas y crea cuerpos cetogénicos como fuente de energía.

Me siento despierta, con una mente clara, enérgica a tope, mis digestiones todavía han mejorado más y mi cuerpo se ha afinado sin perder masa muscular. He comprobado que digiero mucho major sin consumir hidratos de carbono. Mis digestiones son mucho más fáciles sin ellos. Mantengo estabilizada mi glucosa en sangre y los niveles de insulina bajos, evitando con ello la inflamación crónica del organismo.

La low carb es una alimentación terapéutica recomendable para todos, puesto que evitar los picos de azúcar en sangre es beneficioso para todos y por tanto, evita la enfermedad, pero este tipo de alimentación es especialmente recomendable para persones con problemas de salud. Si padeces una enfermedad, sea del tipo que sea, digestiva, crónica o autoinmune, te aseguro que vas a notar una mejora impresionante.

Muchas de mis recetas en Cruditeka, son “low carb” y/o cetogénicas. Están riquísimas, tanto, que no se echan en falta los hidratos de carbono ni el azúcar.

“Hace dos millones de años, nuestros ancestros pasaban días sin comer nada y los carbohidratos eran muy escasos. La verdad es que la grasa es el combustible preferido por el metabolismo humano.”

Mark Sisson.