Por qué amargan los calabacines?

Curcubitacina

El calabacín pertenece a la familia de las cucurbitáceas y es muy versátil en la cocina debido a su sabor suave. Su principal componente es el agua, seguido de los hidratos de carbono y pequeñas cantidades de grasa y proteínas. En relación con su contenido vitamínico, destaca la presencia discreta de folatos, seguido de la vitamina C. También contiene vitaminas del grupo B como B1, B2 y B6, pero en menores cantidades. En cuanto a su contenido en minerales, el calabacín es una buena fuente de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro. Esta hortaliza contiene además unas sustancias denominadas mucílagos que son un tipo de fibra que suaviza y desinflama las mucosas del aparato digestivo.

Todo esto, unido a su aporte moderado de fibra, convierte al calabacín en un alimento de bajo aporte calórico, idóneo para incluir en la dieta de personas con exceso de peso.

Pero puede que de vez en cuando el calabacín tenga un sabor algo más amargo de lo habitual, sobre todo si se consume crudo. Hay mitos, que no me atrevo a desmitificar, según los cuales la causa está en haber estado expuestos a mucho sol y no están protegidos o por las hojas o por la sombra, suelen amargar. Con independencia de la veracidad o no del mito, lo cierto es que la curcubitacina sí es un claro responsable del sabor amargo del calabacín, puesto que es un componente del mismo que precisamente amarguea para proteger a la planta contra los depredadores.

Cada vez más hay estudios que afirman que la curcubitacina es un potente compuesto anti-cancerígeno que evita y auda a erradicar el cáncer de próstata, de pulmón, y el cáncer de páncreas, así como la leucemia, neuroblastoma y otros.

Un método muy eficaz para quitar el sabor amargo de los calabacines y berenjenas antes de cocinarlos, consiste en cortarlos en rodajas, salarlos con sal gruesa marina y dejarlos en un escurridor durante una o dos horas. De esta forma, sueltan todo el líquido amargo que contienen. Luego los secamos con papel de cocina y procedemos a su preparación según nos indique la receta.