Precauciones al comer fruta

ENGORDA LA FRUTA?

SON RECOMENDABLES LOS ZUMOS DE FRUTAS?

La fruta es uno de los alimentos más saludables y recomendables que hay. Su alto contenido en micronutrientes (vitaminas, minerales y oligoelementos) hacen que sea un alimento natural increíble por su aporte de nutrientes al organismo humano.

Sin embargo, y a pesar de que debemos comer fruta a diario, y puesto que la fruta contiene fructosa, debemos tomar algunas precauciones a la hora de ingerir frutas.

¿Qué es la fructosa?

La frutosa es el azúcar que contienen las frutas, la miel y, en pequeñas cantidades, algunas hortalizas.

En sí misma, la fructosa ingerida sin hiperdosificación, y cuando es ingerida en cantidades constantes según las costumbres alimenticias medias europeas, no es causa de enfermedades metabólicas.

A pesar de que tiene un índice glucémico mucho más bajo que la glucosa, algunos estudios reflejan que las ingestas altas de fructosa pueden provocar alteraciones metabólicas. Muchos de estos estudios se han realizado en animales, o son ensayos de sobrealimentación a corto plazo en humanos, con niveles de fructosa mucho mayores de los que se consumen habitualmente y por tanto en condiciones de hiperdosificación, y en estos casos la fructosa se convierte en grasa rápidamente y provoca obesidad, además de aumentar considerablemente los niveles de triglicéridos en sangre. La fructosa es el antígeno de los glóbulos rojos y por eso se debe evitar su consumo en pacientes con cáncer de sangre y/o anemia, y también en los que sufren patologías hepáticas.

¿Cuál es la mejor forma de comer fruta?

Por tanto, hay tres recomendaciones básicas a la hora de comer fruta:

1.- Mejor tomar la fruta sola, no como postre o acompañada de otros alimentos.

El mejor momento para tomar las frutas es con el estómago vacío bien por la mañana cuando nos disponemos a desayunar, como tentempié o como entrante de una comida, y no en el postre.

El argumento es sencillo. Los azúcares que abundan en las frutas, junto con el 90% de agua que contienen, más sus vitaminas y minerales, son carbohidratos simples que se metabolizan muy rápido si no se ingieren acompañadas de otros nutrientes.  Si se ingieren solas las frutas, se mantienen escaso tiempo en el estomágo. Pero si se toman después de una comida copiosa rica en carbohidratos complejos y rica en proteínas, no se digieren rápidamente. Hay que tener en cuenta que la digestión de las proteínas es más lenta que la de los carbohidratos complejos y que éstos tardan más en digerirse que los azúcares simples de la fruta. Si el intestino no se halla en situación de hacer frente a ese aumento de carga, se produce una dificultad para metabolizar los nutrientes, fermentaciones en el aparato digestivo, proliferación de flora bacteriana patógena, indigestiones, gases, hinchazón abdominal, pesadez estomacal, etc.

Pero hay algunas excepciones: la manzana, la papaya y la piña. La manzana contiene sustancias que favorece la digestión de los almidones. La piña contiene bromelina y la papaya contienen papaína, ambas enzimas que facilitan la  digestión de las proteínas. Por eso es bueno comerlas, por ejemplo, antes de una barbacoa de carne, pues nos facilitará una buena digestión.

2.- Mezclar los zumos de fruta sin fibra (los licuados o zumos sin pulpa) con verduras u hortalizas no dulces

Aún tomando la fruta sola, y por la mañana con el estómago vacío, deberíamos tener presente que si la tomamos en forma de zumo sin pulpa, la frutosa que ingerimos es un carbohidrato simple (no complejo porque carece de fibra) y se metaboliza de forma inmediata provocando un importantes picos de azúcar en sangre, con los consiguientes problemas metabólicos que ello puede comportarnos: sobrecarga del páncreas,  dificultad para crear insulina, diabetes, aumento triglicéridos, aumento colesterol, obesidad, etc…).

El riesgo de los picos de glucosa en sangre por la fruta se producen por tanto cuando son zumos y cuando son zumos de las frutas más dulces (por ejemplo, naranjas). Por ello es conveniente combinar los zumos de naranja por ejemplo con un pomelo y con algún vegetal  u hortaliza no dulce como por ejemplo, jengibre, apio o espinacas.

3.- Evitar comer sólo las frutas más dulces y come frutas neutras.

Todas las frutas son buenas, pero pensando en clave metabólica, las frutas neutras son muy muy convenientes y no provocan aumentos del nivel de azúcar en nuestra sangre.

Estas frutas más neutras y menos dulces son:

Pomelo, fresas, arándanos, moras, grosella, manzana, granada, frambuesa, cacao, coco, aguacate, frutos secos (almendras, avellanas, anarcardos, macadamias, nueces…)

 

CONCLUSIÓN:

No demonicemos la fruta. La fruta es un alimento que nos ofrece la naturaleza que nos aporta muchos nutrientes necesarios. Simplemente toma algunas precauciones a la hora de ingerirla y tu salud te lo agradecerá!

Besitos!!!